Llegamos tarde a los abrazos,
a la palabra oportuna,
al café
que ya esta frío,
a comprar la lotería que nos traiga la fortuna.
Llegamos tarde al silencio,
al cálido abrazo de la culpa,
a recoger la leche de los cereales derramada
sobre un hule estampado de frutas.
Llegamos tarde al ultimo día,
al ultimo sueño,
a la ultima curva,
a caminar descalzo por un sendero de cristales,
a tener las respuestas a todas tus preguntas.
Llegue tarde a conocerte
y a olvidarte,
aunque me cogió de paso
para olvidarme y conocerme.
Mejor llegar tarde
que no llegar nunca,
prefiero llegar tarde
y poder perderme.
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