miércoles, 6 de junio de 2012

EL GUSANO

Paso de puntillas por el lomo del gusano,
un gusano hecho de carne translúcida,
de sangre y de huesos de metal articulado.
Paso de puntillas con los ojos cerrados y descalzo,
agarrando tembloroso
con mis pequeñas y gordas manos
las sucias crines que le crecen del espinazo,
pequeñas y gordas,
       insuficientes manos.
Grito al aire desesperado entre lágrimas cobardes,
pero grito dentro de mi, no para que me escuche nadie.

Pasa arrastrándose el gusano entre ladrones de Dickens
con miradas venenosas,
       afiladas
              y judías narices.
Resuenan risotadas de hiena en el valle de mi mente,
quiero estar dormido y equivocado
bailando entre sombras ausentes.
Quiero estar a salvo entre tus brazos
con una mascara que me oculte el rostro,
la mascara de un león,
       dorada,
              desgastada,
con ojos pintados de fuego rojo.

Soledad que me salva del reto de tu mirada,
que me envuelve en el vacío de tu cálida manta,
ultimo refugio donde ocultarme del gusano
que olisquea y persigue a reyes destronados.
En el surco que va dejando,
       sentado solo,
              en el borde,
con los pies desnudos y sucios de alegría
espero que llegue un tren
       llamado Norte.
     

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