Se refleja mi rostro
de bello cadáver
en escaparates a lo largo de la calle,
no me recordaba tan pálido
como tu espalda,
he pasado la noche entre ella y tus sabanas.
Hay pensamientos
que me traen despeinado,
viajo por el sueño del alcohólico derrotado,
noctambulo deslumbrado,
amante desempleado,
no me eches del bar,
échame una mano.
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